Una paciente que ya ha tenido una cesárea, tiene la opción de hacer una prueba de parto en el siguiente embarazo, teniendo resultados favorables hasta en el 60% de los casos. Para ser candidatas a esta prueba se requieren de varios factores, como que no se repita la causa de la primera cesárea, el tipo de incisión uterina, etc.

Entre los beneficios que ofrece el parto vaginal sobre la cesárea están:

  • No implica cirugía abdominal
  • Hay menos sangrado
  • Menos riesgo de infecciones
  • Recuperación más rápida.

Entre las complicaciones que puede haber si se intenta la prueba de parto están: el riesgo de requerir una cesárea de emergencia (con lo cual puede aumentar el riesgo de infección), ruptura uterina.

La paciente que ya ha tenido una cesárea, debe tener disponible la información tanto de los beneficios como de las complicaciones de la prueba de parto, para poder tomar la mejor decisión para el nacimiento de su bebé.